domingo, 15 de julio de 2012

REPÚBLICA DEL CRIMEN


El próximo gobernante tendrá un par de tareas difíciles, que de no cumplirse, llegaremos al estado fallido. Una es la disminución del pesado aparato burocrático. Con sólo hacer esto, se reduce la corrupción, porque ambas cosas van juntas. O sea, mucha burocracia genera corrupción y desorden administrativo. La segunda tarea es cortar los vínculos del aparato público con el crimen organizado. Las organizaciones delictivas han desarrollado conexiones importantes con los tomadores de decisiones estatales y empresariales. Estos se han vuelto rehenes de las bandas delictivas. El resultado es caos, delincuencia y tasas de homicidios que resultan inexplicables para un país que (todavía) no es estado fallido. Resolver el problema atacando síntomas, es empeorarlo. Si quien asume la presidencia está comprometido con el crimen organizado, pues nos tocará desaparecer como estado o ser intervenidos militarmente.

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