miércoles, 9 de noviembre de 2016

TELARAÑAS MENTALES

Al ver el mapa electoral estadounidense, me pareció que la mitad de la población está concentrada en unos pocos Estados, los azules; y que la mayoría de color rojo está muy despoblada, porque tiene la otra mitad de la población. 

La idea de que todos los votos del Colegio Electoral van al ganador, se convirtió en la idea de que toda la gente votó por un solo candidato en cada Estado. 

Luego me di cuenta de que como Trump y Hillary sacaron aproximadamente el 50% de votos cada uno en todos lados, lo azul y rojo no indican concentración de población sino que el ganador en cada Estado. Por tanto, la población está distribuida de modo uniforme en todo el país (50/50).

Después razoné que el 50/50 se refiere al total de votos en todo el país y no por Estados. En algunos Estados puede haber  resultados abultados aunque el resultado final sea balanceado y sin que ello implique concentración de población. Por lo anterior concluí que el resultado electoral no sirve para definir la distribución de población.

Luego me acordé de que los votos del Colegio Electoral por Estado, se otorgan de acuerdo a número de habitantes, de modo que los Estados más poblados producen más votos del Colegio; por ello, los Estados azules sí indican concentración poblacional porque la Clinton consiguió casi la mitad de votos electorales con pocos Estados ganados.
Después recordé que Trump ganó un Estado muy poblado: Florida, que aparece rojo sin ser despoblado. Por tanto, el mapa indica una mera tendencia de concentración poblacional.
Lo último que se me ocurrió es que a mayor concentración poblacional, más tendencia a ser del Partido Demócrata.
Antes de terminar, reconozco que no sé cómo se configura el Colegio Electoral o si este existe. Son ideas vagas que no he gugleado.
No estoy seguro de que este palabrerío sea entendible.
Lo que quiero exponer es el modo caótico en que funciona la mente y que genera soluciones bastante locas.
La razón por la que creamos culturas refinadas y exitosas, es porque aprendemos cometiendo errores y corrigiéndolos, proceso que si se plasma por escrito, facilita el avance. Es decir, nos inventamos una solución; si funciona, la perfeccionamos. Si no funciona, se descarta y se prueba otra.
Quizá el mayor problema de Honduras es la escasa documentación y su mínima difusión.