sábado, 12 de mayo de 2012

LA FELICIDAD


Contesté una prueba sobre felicidad en una página de Internet que ya no existe. Apenas recuerdo que dividía la felicidad en alrededor de siete componentes. Lo que sigue son mis recuerdos sobre esa prueba y algunos agregados de mi hechura.
  • Quienes percibimos La Divinidad como algo en lo que fluimos o nos  desenvolvemos,  tendemos a ser más felices. Los que ven a Dios como  un juez que vive en algún lugar remoto y a quien se accede sólo  con ciertos misticismos, tienen dificultad para alcanzar la felicidad. Parece  que esto se relaciona con la culpa y el miedo a lo que viene después  de la muerte
  • Aceptarse tal como uno es
    • Cuida  tu cuerpo de la mejor manera
    • Cuanto más sano, mejor calidad de  vida
    • Yo sugeriría algo de hierro en el gimnasio. Pero  es mi visión particular
    • Practicar algún deporte corporal
    • Comer sano
    • Mantener la apariencia más bella que puedas
  • Sentirse amado por quienes lo rodean (o serlo)
  • No atormentarse con el pasado: de todos modos no lo puedes arreglar. Dedicarse a pensar en “si yo hubiera” o “por culpa de”, es torturar el alma y no consigues nada, excepto sufrimiento.
    • El pasado debe analizarse con frialdad para anticipar el futuro
  • Agradecer  por la lección que aprendiste de quien te dañó y no guardar rencores
  • Ir por la ruta del proyecto de vida trazado: no acomodarse a las  circunstancias, sino que seguir tu propio destino
  • Disfrutar el momento presente tal como llega: mira los colores, siente los olores, suspira sin ninguna razón. Si estás físicamente sano, no tendrás problema para gozar el ahora
    • Observa las cosas a las que no pones atención
    • Haz lo que te gusta o crea placer
    • No estés pensando en cómo deberías ser o estar
  • No torturarse con las angustias de un futuro que nunca llega
  • Experimentar el flow, o sea, perderse realizando alguna actividad que disfrutas
  • No cargar el alma con culpas. Si hiciste algo malo, ya pasó. Aprende la lección. Si quieres reparar el daño, hazlo. Pero ten cuidado, no sea que el otro al descubrir que fuiste tú quien lo perjudicó, se tome su venganza.
    • Evita hacer el mal a otros
    • No perjudiques a alguien sólo por placer
    • Todo daño que hagas a otro será una carga que llevarás por la vida
    • Cuanto más grande el daño, más dura la culpa
    • Entre más perjuicios causes, más culpa tendrás que cargar
  • Tomarse las cosas con humor, incluso las peores
  • Expresar los problemas que se tienen, ya sea con alguien de confianza o de modo abierto. Esto último es riesgoso, pero más aceptable que tragar el veneno y luego derrumbarse
  • Tener la habilidad de identificar con precisión el problema que se está enfrentando
    • No enmascararlo, esconderlo, negarlo o evadirlo
    • No limitarse por los prejuicios o prohibiciones que la sociedad te ha impuesto
    • Ser capaz de concebir soluciones adecuadas o saber a quién acudir para hallar una
  • Regalar un poco de lo que más valoras. Esto se me ocurrió porque la mayor parte de lo que publico puede copiarse. Algunos sienten gran placer en dar sin que se les reconozca públicamente. Disfrutan para sí mismos el altruismo. Otros necesitamos hacer show
Algunos aspectos que considero interesantes para ser feliz son:
    • Postergar  la venganza: cuando te han hecho algo (muy) malo, buscarás  contraatacar inevitablemente. No niegues esta emoción. Simplemente  deja el contragolpe para algún momento futuro indefinido (cuando estés en control de las circunstancias). Quizá después de algún tiempo ya no te interese cobrar la deuda. Antes de dar el  golpe vengativo, piensa cuidadosamente en las consecuencias. Una de las menos evidentes es la culpa: aunque nadie más sepa que te desquitaste, tú sí lo sabrás. Tarde o temprano la culpa te atormentará. A veces, tu agresor fracasa en la vida. Y si de paso  le fastidiaste la existencia por vengarte, no soportarás el reclamo de la consciencia
      • No guardar rencores. Si alguien te amarga la vida, deja fluir el enojo. Practica algún deporte físico que te ayude a canalizar la rabia en forma de adrenalina, testosterona y otras hormonas. No reprimas las ideas que se te vengan cuando el agresor te acosa. Pero JAMÁS actúes en la furia del momento
    • Aceptar tus emociones negativas: ira, odio, celos, deseos de venganza, etc.  Son reacciones naturales. No trates de reprimirlas diciéndote que eres alguien maduro u otra tontería. Sólo ten el cuidado de controlarte y no dejarte llevar por el impulso emotivo
    • No temer a cometer errores o a la falta de conocimiento. Lo importante  es buscar ser mejor cada día. Y si no quieres superarte, pues goza lo que vives
    • Ser  libre de adicciones o vicios. Ellos son síntoma de conflictos con uno mismo. Si estás en algo así, busca ayuda
    • No  atormentarse por el éxito, la suerte, posición o cualquier otra  cosa que alguien más tenga y tú no. Es válido sentir envidia y pensar toda clase de tonterías cuando miras al vecino con un carrazo nuevo o cambiándose a una colonia de mejor estatus porque hizo fortuna. Lo importante es seguir tu vida y competir únicamente contigo mismo. Disfrutarte tal como eres. Deja al otro en paz. De lo contrario, te convertirás en un acosador. Si el otro es poderoso y te descubre, te aplastará
    • Seguridad económica. Se trata de plenitud de recursos para enfrentar la vida, y certeza de tenerlos en el futuro
      • Si hay escasez o incertidumbre, también hay sufrimiento
      • Si hay abundancia de recursos, se lucha por mantenerlos, hacerlos crecer, cuidarlos y además se tiene a la gente cercana luchando por verte caer. Todo ello genera infelicidad. Por muy bonita que sea una casa, si se gastan muchas energías en cuidarla, también se sufre (a menos que se goce en el mantenimiento)
    • Alta autoestima: algunos dicen que mucha autoestima es mala. Creo que es como decir que mucha salud es enfermiza. Confunden autoestima con petulancia. El arrogante o soberbio, en realidad duda de sí mismo. Y se enmascara en su show de superioridad. Pero hasta el pedante tiene su lado positivo. Su lucha por autoafirmarse posiblemente lo lleve a realizar cosas grandes, aunque pisotee a otros y nunca logre estar en paz consigo mismo
Recuerdo que leí un artículo que decía que las personas muy inteligentes tienden a ser infelices porque esperan mucho de la vida. Planteaba ese artículo que el intelecto no produce dinero ni grandeza. Me parece que si eres muy superior a los demás en algo, ellos buscarán destruirte o aislarte. Por lo general, un tercero ajeno a tu mundo será la clave de tu éxito. El artículo del que escribo planteaba que, la riqueza económica sólo produce felicidad cuando se tiene más que los vecinos.
Pienso que una cuestión básica de la felicidad es la salud corporal. Un simple dolor de cabeza crónico te hace vivir mal. Y si de paso tienes alguna enfermedad complicada como la diabetes, pues ya no podrás disfrutar a plenitud las cosas sencillas de la vida.
Parece que los extravertidos(*) son más propensos a la felicidad. En realidad no se trata de gente extremadamente sociable, sino que de personas que disfrutan desenvolverse en grupos o multitudes o en lugares abiertos.
Yo no tengo problema en iniciar una plática superficial con un extraño. Esto de salir como que despeja la mente, y ayuda a resolver problemas. El introvertido parece meterse en su mundo o se aísla. Eso lo lleva a una espiral de ideas negativas que no le sirven para enfocarse adecuadamente. Desafortunadamente lo de extra o introvertido es genético y no puede cambiarse, o cuesta mucho.
(*) Yo me autodefinía como extravertido hasta que leí algo en wikipedia. Parece que soy bastante flexible en este campo: me encierro en mi mundo a filosofar. Pero luego, salgo y me pierdo en una multitud, o busco gente con quien socializar.
En la segunda y posteriores partes (si las escribo): perdón, culpa, ambientes peligrosos, dinero fácil, organizaciones delictivas, enemistades fatales, cargos de consciencia, sociópatas, y otras palabrejas que no se me ocurren ahorita.